Durante el año hay dos temporadas de rebajas, la primera desde el 7 de enero hasta el 6 de marzo, y la segunda desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto. La decisión de hacer rebajas y la duración de las mismas dentro del periodo de rebajas corresponde a cada comerciante, de modo que puede ser que haya establecimientos que hayan decidido no hacerlo.
Las rebajas consisten en una reducción de los precios que nunca podrá suponer una disminución de la calidad de lo que se está vendiendo. Esta reducción en el precio se indicará claramente en cada producto o servicio que se venda, ya sea especificando el precio rebajado o bien el porcentaje de reducción sobre el precio normal. En cualquier caso siempre se deberá indicar el precio normal, entendiendo como tal el precio que ha tenido el producto o servicio al menos durante un mes en el plazo de seis meses anterior a las rebajas. Esto significa que el precio normal sobre el que se aplica la rebaja puede ser un precio que no ha sido necesariamente el que ha tenido justo antes del periodo de rebajas.
Los comerciantes pueden vender unos productos o servicios a precios rebajados y otros no. En este caso los productos rebajados estén perfectamente diferenciados de los demás.
Recomendamos leer bien las etiquetas de cada producto antes de adquirirlo, y preguntar al establecimiento que posibilidades tengo para cambiarlo, ya que el comerciante no tiene la obligación de hacerlo si el producto está en perfecto estado, a menos que lo anuncie.
A la hora de pagar hay que saber que si el establecimiento acepta el pago mediante tarjeta de crédito como sistema habitual, también deberá hacerlo en periodo de rebajas.