Algunas grandes empresas contratan buena parte de su plantilla a través de las llamadas ETT. Si lo hacen de forma temporal para cubrir necesidades específicas, esto es perfectamente legal. Ahora bien, algunas se aprovechan y encadenan varios contratos temporales con el mismo trabajador o incluso formalizan contratos indefinidos a través de las ETT para realizar las tareas habituales en los centros de trabajo de la empresa final.
Esto provoca, entre otros efectos, que los trabajadores contratados de este modo se sometan a un convenio colectivo distinto del que disfrutan el resto de trabajadores de la empresa final y, por tanto, favorece la precariedad de sus condiciones laborales y de su salario. A menudo también intenta perjudicar los derechos del trabajador afectado por un despido.
Si te encuentras en una situación como ésta, desde el Bufet Molina Bosch te recomendamos que reclames a la empresa final que reconozca que tu relación laboral es con ella y no con la ETT y, por tanto, formalice el contrato laboral directamente contigo y equipare tus condiciones laborales y salario al resto de tus compañeros, o bien a lo que establece el convenio de esta empresa.
Si la empresa no lo hace, puedes pedir al juez que te lo reconozca y estarás protegido/a durante al menos un año contra un hipotético despido como represalia.