Una persona se convierte en incapaz cuando deja de tener la capacidad suficiente para tomar decisiones, y esto puede venir dado por una enfermedad mental (por ejemplo el alzheimer) o física (una tetraplejia). En este segundo caso no es que no pueda tomar decisiones sino que no las puede formalizar.
Normalmente en estos casos se hará un procedimiento judicial de incapacitación y el juez designará un tutor del incapaz. Ahora bien, este procedimiento tardará varios meses y quizás durante este lapso de tiempo le interesa vender alguna propiedad del incapaz, pedir algún préstamo en su nombre... por ejemplo para pagarle una residencia o un tratamiento médico costoso.
Para prevenir esta situación, hay que ser previsores y, antes de que pase todo esto, pedirle que firme un poder notarial en el que te habilite para hacer este tipo de negocios cuando no pueda hacerlo por sí mismo.
Hay diferentes tipos de poderes notariales para prevenir este tipo de situaciones. Cada uno sirve para una cosa diferente. Por ello, desde el Bufet Molina Bosch recomendamos que lo consulte con su abogado y así podrá decidir qué poder es el que mejor se adapta a su caso concreto.